SACRILEGIO
Un lirio ácido
brota en el jardin de la mugre
entre los plásticos y cartonesque se acumulan.
Me avergüenza
reconocer la belleza en el abandono
golpeándome con sus delicados pétalos.
Aun así me interno
en el edén de los desperdicios
es más fuerte la tentación que el agrio sabor de la miseria
La brisa mece la flor que ácida se levanta.
A pocos metros
los carros descargan la cosecha.
El barro carcome las pisadas
que van en busca de huérfanas visiones.
Estirar los dedos se convierte en un sacrilegio
pero sin alternativa,
la mano se extiende y acaricia
el delicado rostro de la niñez
que todavia no comprende.
AMARANTA
Este trabajo me lo pidió el Círculo de Dibujantes santafesinos para ilustrar un libro que saldrá con el apoyo del INADI de Santa fe.